Recientemente fue publicado en The New York Times un artículo relacionado con una supuesta vacuna que podría detener el avance del coronavirus SARS-CoV-2. Los estudios corresponden a una investigación científica que viene realizando desde hace mucho tiempo la doctora Denise Faustman, directora de inmunobiología del Hospital General de Massachusetts. Faustman viene estudiando la vacuna contra la tuberculosis y los efectos de esta sobre la diabetes tipo 1.
La vacuna (BCG bacilo Calmette-Guérin) para prevenir la tuberculosis fue desarrollada hace más de 100 años y continua usándose en la actualidad facilitando otros procesos preventivos como las muertes infantiles de diferente causas y reduciendo la aparición de infecciones respiratorias.
De acuerdo con lo que señala Roni Caryn en su artículo “Al parecer la vacuna “entrena” al sistema inmune para reconocer y responder a una variedad de infecciones, entre ellas de virus, bacterias y parásitos”
En Australia ya se comenzó a administrar la vacuna BCG a personal de la salud, médicos, enfermeros, terapeutas respiratorios con el propósito de determinar si esta vacuna resulta efectiva contra el coronavirus SARS-CoV-2. Algo similar está ocurriendo en Holanda. El estudio consiste en administrar a la mitad de los participantes la vacuna BCG y a la otra mitad un placebo. Los resultados pueden tardar unos cuatro meses en arrojar algún tipo de resultados.
Esta vacuna que es administrada a más de cien millones de bebes se empleó por vez primera en humanos en 1921. El objetivo específico de la inoculación es prevenir la tuberculosis, pero también ha resultado muy eficaz contra la reducción de una serie de enfermedades virales, infecciones respiratorias y en el fortalecimiento del sistema inmunitario del cuerpo.
No obstante, en el mundo científico surgen una serie de duda, como por ejemplo, qué efecto podría llegar a tener esta vacuna en pacientes en los cuales su sistema inmunitario reaccionó frente al SARS-CoV-2 de manera exagerada produciendo los que se denomina “tormentas de citoquinas”. “El doctor Randy Cron, experto en tormentas de citoquinas de la Universidad de Alabama en Birmingham, dijo que era imposible saberlo.”
Fuente: Caryn, Roni (14 de abril de 2020). La vieja vacuna que podría detener al coronavirus. The New York Times.
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