Ética y Moral dos conceptos que van de la mano y que competen exclusivamente al género humano y los cuales, mediante el uso de la razón, pueden ponerse en práctica para regir la vida de hombre cuerdo. Se define razón como la “facultad de discurrir” y el “el acto de discurrir el entendimiento”, (Diccionario de la Real Academia Española).
Denomino hombre cuerdo, a todo aquel humano dotado de discernimiento y en un estado mental que le permita diferencial el bien del mal, o que al menos sea capaz de comprender que el mal ha sido la forma elegida de hacer las cosas, ya que aquel que se define por el bien, es necesariamente cuerdo. El insano o el no cuerdo, es para mí todo aquel que en virtud de su turbada conciencia es incapaz de comprender su propia existencia. En este sentido, creo que el hombre se convierte en hombre cuerdo entre los cinco y los diez años, cuando algo se rompe dentro de lo que algunos llaman alma y comienza a obrar de acuerdo a lo que le dicta la moral, las buenas costumbres y la ética o bien abandona completamente los principios básicos de la convivencia humana para pasar de lleno a habitar en el lado oscuro de la vida.
Así, la moral y la ética son parte de nuestra vida privada, pública, académica y empresarial y es, gracias a estos elementos, que la incorruptible voz de la conciencia nos lleva a obrar en justicia, derecho, misericordia o al margen de todo ellos.
La praxis, la alineación y el hombre nuevo
De acuerdo con Marx, “el hombre se sitúa en tres ejes: la praxis, la alineación y el hombre nuevo” y es esta transformación de la naturaleza por medio de la acción del hombre, la cual debería está basada en una práctica escolástica, es decir basada en virtudes cardinales como la prudencia, la justicia, la fortaleza y la templanza, tal como lo manifiesta el Doctor de la Iglesia Santo Tomás de Aquino. En relación con la alineación con el trabajo, comparto completamente, como Masón en sueños, que el trabajo es el pilar fundamental de la sociedad y en consecuencia se debe actuar en función de él; finalmente, el surgimiento del hombre nuevo, planteamiento plenamente compartido, pues solamente con la devoción al trabajo, y apoyados en la fe, la esperanza y la caridad, podremos ser verdaderamente libres y felices, que debería ser el fin último de la moral (del eudemonismo o realismo aristotélico).
Qué es la moral
Conjunto de reglas y criterios que rigen una sociedad. La moral debería ser pensada para el bien común de toda una sociedad. Se ha transmitido desde tiempos pasados y se mantiene relativamente intacta. Se basa en el común de lo que la sociedad cree en influye en el comportamiento de los individuos (por ejemplo, una comunidad amish).
La moral es un conjunto de reglas o normas (por ejemplo, Los 10 mandamientos). Lo moral implica la obligatoriedad de la ley, de lo normado, de lo socialmente correcto. (Lo hago porque me lo imponen). En lo moral prima el temor a ser castigado.
Tanto moral como ética pueden coincidir, por ejemplo, un joven amish, tendrá un comportamiento ético de acuerdo con lo aprendido en esta comunidad.
Qué es la ética
Percepción interior que guía a actuar en base a una moral específica. La ética rige los principios individuales para comportarse en una sociedad. Es un conjunto de normas adoptadas por el conjunto de la sociedad.
La ética surge en el interior de la persona, en el hombre mismo, producto de una reflexión (por ejemplo, un amish que deja la comunidad por considerarlo demasiado ortodoxo). La ética fluye desde el interior y se expresa en acciones (por ejemplo la caridad, la piedad, la misericordia, el correcto ser, las virtud, etc.).
Lo ético prima elección del ser humano por los valores morales, éticos, estéticos y espirituales. (se hace porque se considera que es bueno hacerlo). En lo ético prima el deseo de ser aceptado en sociedad. Así por ejemplo, un acto inmoral, podría ser considerado ético por alguien que desea pertenecer a una sexta.
Moral como eje de desarrollo en la organización
La moral es fundamental para el desarrollo de la organización. Pero es aún más fundamental definir la moral que forma parte de la cultura organizacional de esta empresa actual. La inculcación de valores a los miembros de la organización, el enseñarle el camino, la aplicación de modelo marxista en el sentido de su más pura concepción antropológica, de tal manera que la praxis coincida con la alineación y con la formación del hombre nuevo, lleno de valores humanistas cristianos, sino basados en la escolástica, al menos impregnados del prudencia, justicia, fortaleza y templanza.
Sin la correcta alineación de la organización hacia una moral noble, verdaderamente buena y alineada con el entorno social en el que se desarrolla, y basada en principios éticos concebidos para la felicidad de los individuos que integran dicha organización, es imposible insertar a esa empresa dentro de un contexto social y sustentable.
No es posible ser feliz enriqueciéndose a costas de los empleados o a costas de los compatriotas; no es posible o no debería serlo, sentirse moral y éticamente satisfecho si las actividades que se realizan dañan el entorno; no se puede ser feliz si no se cumple con las labores como empleado y para las cuales se ha firmado un acuerdo o contrato.
La moral y la ética son más que simples conceptos humanistas, son verdaderos mandamientos para el correcto desempeño de las personas, sean que actúen en grupo o que actúen de manera individual. Un individuo inmoral y sin ética es un ser despiadado que vive de manera egoísta y no debería ser considerado como parte de una comunidad. El horror más grande de nuestra sociedad es que navega sin rumbo desprendiéndose de todo lo moral y éticamente válido, aceptado y convencionalmente establecido como buen; pero peor aún es el hecho que ante semejante aberración la gran masa humana se comporta sorda, ciega y muda frente a un mundo cada vez más decadente y despiadado, donde lo moralmente aceptado se está dejando en el trasto de los desperdicios y donde surge una ética individualista, consumista y carente de toda prudencia, justicia, fortaleza y templanza.