Una enfermedad laboral o profesional es una patología que se adquiere como resultado de la exposición a factores de riesgo inherentes a la actividad laboral o del medio en el que el trabajador se ha visto obligado a trabajar, esta definición está basada en el protocolo del 2002 del Convenio sobre seguridad y salud de los trabajadores de 1981 de la Organización Internacional de Trabajo.
La OIT (Organización Internacional de Trabajo), agencia dependiente de la Naciones Unidas, durante la reunión de expertos sobre la revisión de la lista de enfermedades profesionales, entre una serie de recomendaciones para establecer una serie de criterios que permitan identificar y reconocer las enfermedades profesionales.
Para la OIT, la enfermedad profesional posee dos elementos principales:
- La relación causal entre la exposición en un entorno de trabajo o actividad laboral específicos, y una enfermedad específica, y
- El hecho de que, dentro de un grupo de personas expuestas, la enfermedad se produce con una frecuencia superior a la tasa media de morbilidad del resto de la población.
OMS reconoce como enfermedad laboral el agotamiento crónico
Basados en los dos principios anteriores, la Organización Mundial de la Salud (OMS) reconoce tres síntomas, anteriormente desapercibidos, como indicadores de enfermedad laboral:
El agotamiento crónico reconocido como “Burnout” o “Síndrome del trabajador quemado” consistente en un trastorno producto de un estrés crónico, de la excesiva carga de trabajo o de una situación de acoso dentro del contexto laboral.
Diagnóstico
Son tres elementos clave que permiten diagnosticar esta nueva enfermedad laboral. Para las psicólogas Christina Maslach y Susan Jackson el diagnóstico se basa en la conjugación de tres elementos clave:
- El agotamiento emocional;
- la despersonalización, término que hace referencia al desinterés y negatividad hacia las personas del entorno laboral y que puede generar desgaste del ambiente en el trabajo; y
- pérdida de la realización personal.
El síndrome, en su fase crónica, produce un círculo vicioso que crece de manera vertiginosa. “Cuando un trabajador presenta la patología, ésta se manifiesta a través de múltiples estados como agotamiento emocional, falta de realización personal, Fatiga, pérdida de autoestima, negativismo, estados depresivos, por supuesto, está situación generará un bajo rendimiento laboral, desconcentración, entre otros”, señalaron las profesionales.
Tratarse temprano para la recuperación
Expertos coinciden que el tratamiento de esta enfermedad laboral inicia con la detección oportuna de los síntomas, para lo cual se requiere de la participación del empleador y el apoyo en la identificación de los síntomas.
Otro factor concluyente en el proceso de recuperación es seguir una serie de rutinas en el contexto laboral, entre las que se destaca equilibrar las obligaciones laborales con actividades de ocio, por ejemplo, pasar tiempo con amigos ir al cine, organizar actividades recreativas o al aire libre; organizar los deberes del trabajador; alimentarse de manera saludable; dormir un mínimo de 8 horas al día; realizar actividad física y tiempo para hacer ejercicios.
Controlar el estrés laboral
El estrés es una condición de salud cuyo origen es múltiple, en el ámbito de la salud ocupacional, el estrés lo provoca la carga de trabajo, el clima laboral, el nivel ocupacional, la falta de criterios para desarrollar la actividad, el acoso laboral, conflictos reiterados.
Para controlar el estrés, los expertos señalan la importancia del descanso y el buen sueño, condiciones que son muy importantes para encontrarse bien durante el día y rendir, no sólo en el trabajo, sino en la vida social. Para interactuar con los demás es muy importante descansar y esto es precisamente lo más complejo de encontrar en un sistema sobrecargado de emociones negativas.
Al alta dirección en la empresa puede contribuir a la disminución del estrés en el trabajo,
para ello debería:
- Mejorar las condiciones de trabajo (sobre todo las físicas).
- Reconocer los éxitos de las personas y equipos.
- Mejorar las relaciones personales entre los empleados, disuadiendo posibles conflictos.
- Facilitar la participación.
- Evaluar las competencias y objetivos de cada persona o área en forma profesional.
- Establecer planes de carrera profesional.
- Implantar una norma ISO en materia de Salud y Seguridad Ocupacional (ISO 45001:2018)
Fuente: Capital Humano; Entrepreneur.com