El apoyo al primer impuesto global a las emisiones del transporte marítimo está aumentando significativamente. Esta medida ha sido discutida intensamente en el seno de la Organización Marítima Internacional (OMI) durante sus últimas reuniones, en las cuales se ha destacado la necesidad urgente de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) del sector para alcanzar las metas de cero emisiones netas para 2050.
Entre los países que han mostrado un fuerte apoyo a esta iniciativa se encuentran las Islas del Pacífico y Belice, quienes han propuesto un impuesto de 150 dólares por tonelada de emisiones de GEI. Este impuesto está diseñado para incentivar a las navieras a acelerar la descarbonización y aumentar el uso de combustibles verdes. La OMI espera que este impuesto pueda implementarse globalmente para finales de 2025. El Periódico informó de la noticia señalando que «34 países de la UE, el Caribe, el Pacífico, África y Canadá se muestran favorables a establecer un precio a las emisiones del transporte marítimo.»
En Europa, un gravamen similar ya ha entrado en vigor este año (España Times). Este establece el pago por la mitad de las emisiones generadas en rutas que conectan puertos europeos con destinos fuera de la UE y el 100% de las emisiones en conexiones entre países europeos. Sin embargo, algunos de los principales puertos europeos han expresado su desacuerdo, argumentando que una medida de esta naturaleza debería ser aplicada a nivel global para ser efectiva.
Además del impuesto, se están considerando otras medidas complementarias, como la mejora de la eficiencia energética de los barcos mediante el indicador de intensidad de carbono (CII) y el establecimiento de un estándar de combustible global que contemple las emisiones a lo largo de toda la cadena de suministro. Estas acciones buscan asegurar una reducción efectiva de las emisiones sin esperar a la implementación de futuras regulaciones.
En resumen, el creciente apoyo a este impuesto global refleja una creciente conciencia y urgencia en la lucha contra el cambio climático dentro del sector marítimo, con un enfoque en medidas concretas y efectivas para reducir las emisiones a corto y largo plazo.