La Organización Marítima Mundial (OMI) ha emitido una serie declaraciones conjuntas junto a la Organización Mundial de la Salud (OMS) con el propósito de garantizar que se implanten medidas de sanidad con la finalidad de reducir potenciales interferencias al tráfico marítimo, el comercio internacional y mantener la cadena logística en funcionamiento.
Es este sentido destaca la más reciente Circular nº 4204/Add.12 (27 de abril de 2020) – Coronavirus (COVID-19) – Declaración de los miembros de la Mesa redonda de autoridades portuarias (PAR) en vista de la situación mundial debida a la COVID-19, en la cual declara la importancia crucial “que el flujo de comercio por vía marítima no se vea interrumpido innecesariamente” y pone énfasis en que “la seguridad de la vida humana en el mar y la protección del medio marino también deben seguir siendo primordiales”.
Los Países Parte del bloque MERCOSUR: Argentina, Brasil, Bolivia, Paraguay y Uruguay han adoptado las sugerencias de la OMI que busca “derrotar al virus como primera prioridad, pero al mismo tiempo debe proteger el comercio mundial de forma segura, protegida y respetuosa con el medio ambiente.”
Uno de los puertos estratégicos del MERCOSUR es el Puerto de Montevideo en Uruguay, el que es administrado por la “Administración Nacional de Puertos, un organismo descentralizado, que se vincula con el Poder Ejecutivo a través del Ministerio de Transporte y Obras Públicas. Tiene la competencia de la administración, conservación y desarrollo de los puertos públicos: Montevideo, Nueva Palmira, Colonia, Juan Lacaze, Fray Bentos, Paysandú, Salto.”
El Capitán de Marina Mercante de Uruguay, y auditor marítimo del grupo marítimo de empresas “Iamsa Group”, Capitán Manuel González Fernández, nos explica que las medidas adoptadas por la autoridad portuaria para subir a bordo de los buques constan de un protocolo de higiene y seguridad tendiente a mantener el distanciamiento social y evitar el contagio. Una vez que se superan los controles de la autoridad portuaria, y se aborda la nave, la tripulación inicia un nuevo protocolo de higiene y seguridad consistente en la medición de la temperatura, asegurar que el visitante se encuentre en óptimas condiciones de salud y recomendaciones pertinentes ya conocidas por todos.
En relación a la función que el capitán González realizó recientemente a bordo del buque, él explica que abordó el buque granelero MV HoiHow de bandera de Singapur con el propósito de realizar una auditoría interna para determinar la eficacia del sistema de gestión marítima y la correcta implementación de la política de seguridad y protección del medio ambiente, además de determinar la condición de la nave. González se desempeña como auditor de sistemas marítimos integrados (HSSEQ) de la organización marítima IAMSA GROUP INC con base en Panamá.
El proceso de auditoría a bordo del buque es un proceso obligatorio que debe realizarse una vez cada doce meses y consiste en la revisión documental, comparación de los registros técnicos con criterios de auditoría preestablecidos, verificación de la condición de la nave, entrevistas a los tripulantes, entre otras acciones que se desarrollan.
Una vez concluido el proceso de auditoría, el auditor entrega al Capitán del buque un documento que certifica que el buque ha sido auditado y donde se detallan los hallazgos de auditoría.
La empresa IAMSA GROUP ha establecido una normativa interna que exige cumplimiento a sus más de 150 auditores en todo el mundo, el protocolo se basa en los estándares recientemente aprobados por la OMS, OMI y varias banderas Estado. Finalmente, una vez terminada la auditoría, el auditor procede al desembarco del buque y, antes de regresar a su domicilio, inicia un proceso de desinfección exhaustivo con el propósito de eliminar cualquier riesgo de contagio.